Cuando falta una muela, muchos pacientes piensan que la única solución es colocar un implante. Sin embargo, la ortodoncia también puede ser una opción eficaz y conservadora para cerrar ese espacio, mejorar la mordida y optimizar la función y la estética bucodental.
¿Qué ocurre cuando falta una muela?
La ausencia de un molar puede provocar movimientos no deseados de los dientes adyacentes, desequilibrios en la mordida e incluso problemas en la articulación mandibular. Cuanto más tiempo pasa desde la pérdida, más se complica la situación: los dientes pueden inclinarse, desplazarse o generar espacios irregulares difíciles de restaurar con una prótesis sin previa corrección.
¿Implante o cierre con ortodoncia?
Cada caso debe analizarse cuidadosamente. En Clínica Dental Badia valoramos todas las alternativas disponibles, teniendo en cuenta factores como:
- Estado de encías y hueso
- Inclinación de los dientes vecinos
- Posición de las muelas del juicio
- Necesidades funcionales y estéticas del paciente
- Presencia de otras maloclusiones (mordida cruzada, apiñamiento, etc.)
En algunos casos, una ortodoncia breve puede preparar la zona para un implante mejor posicionado. En otros, es posible cerrar el espacio completamente mediante movimientos dentales controlados, sin necesidad de prótesis.
Un tratamiento personalizado es clave
En Clínica dental Badia no creemos en soluciones estándar. Por eso, analizamos cada caso en equipo y diseñamos un plan a medida para ti. A veces, cerrar un solo espacio puede evitar cirugías o tratamientos más costosos y complejos.
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