
El hielo

: Masticar una substancia tan dura y fría como el hielo daña claramente el esmalte, lo que deja los dientes más expuestos y vulnerables.

Frutos secos

: Los frutos secos pegajosos, al ser de difícil masticación, dejan muchos residuos y azúcares enganchados a nuestros dientes.

Caramelos

: Suponen un riesgo directo para nuestro estado de salud bucodental. Su carácter pegajoso y los altos contenidos en azúcar dañan considerablemente el esmalte.

Snacks crujientes

: Tienen un carácter altamente adictivo, y es precisamente eso lo que acentúa sus repercusiones negativas. Al tener un alto contenido en almidón, forman un ácido láctico muy agresivo para la dentadura al contener azúcares y carbohidratos.