Tratamiento del dolor y el edema en cirugía bucal

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El dolor postoperatorio es, sin duda, una de las principales preocupaciones para los pacientes que van a ser sometidos a una intervención quirúrgica. Por definición, este dolor es de tipo somático, agudo y autolimitado, y está directamente asociado a un proceso inflamatorio.

En general, la intensidad del dolor varía según el tipo de cirugía efectuada, alcanzando valores máximos en las primeras 24 horas postratamiento. Sin embargo, existen numerosos factores que afectan a la gravedad de los síntomas presentados por los pacientes.  Por ejemplo, el dolor producido por la extracción de un tercer molar ( muela juicio) es más elevado cuando se efectúa  una ostectomía amplia, en dientes con inclusiones profundas o en cordales con antecedentes de pericoronalitis. Por otro lado, existen factores directamente relacionados con el paciente, como las edad y la ansiedad, que pueden influir en la intensidad del dolor postoperatorio.

La utilización de anestésicos locales de larga duración como la bupivacaína puede ser una medida interesante para limitar el pico máximo de dolor, que suele ocurrir durante las primeras 6-8 horas tras la intervención quirúrgica. No obstante, los fármacos de primera elección para el tratamiento del dolor y el edema son, sin lugar a duda, los antiinflamatorios no esteroides ( AINE ), Principios activos como el ibuprofeno, el diclofenaco sódico o el dexketofreno permiten controlar silmultáneamente el dolor y el edema postquirúrgicos, de una forma eficaz y segura. Por otro lado, los analgésicos puros están, en nuestra opinión, indicados en casos de contraindicaciones a los AINE o como complemento de éstos, habiendo demostrado el paracetamol una gran eficacia analgésica en la cirugía del cordal, en dosis de 1g cada 6-8 horas.

Aunque los referidos fármacos permiten controlar adecuadamente la inmensa mayoría de los casos, existen pacientes que por las características de la intervención quirúrgica o por su susceptibilidad individual necesitan medidas adicionales. Los corticoesteroides presentan un potente efecto antiinflamatorio, permitiendo una reducción considerable del edema y los trismos postoperatorios. Aunque se han descrito numerosas vías de administración para este grupo de fármacos, la infiltración submucosa de dexametasona en la misma zona operatoria parece tener diversas ventajas, pues es indolora ( zona previamente anestesiada) y accesible para el odontólogo, y parece tener la misma eficacia que otras vías. Por otro lado, en casos de dolor moderado o grave puede ser interesante añadir un opioide como el tramadol al tratamiento con AINE. Sin embargo, hay que tener en cuenta que éstos fármacos pueden producir efectos adversos relevantes como somnolencia, náuseas o estreñimiento, entre otros.

Finalmente, cabe destacar que otras medidas como la aplicación de hielo, la comprensión de la zona quirúrgica y la terapia con láser blando pueden ser útiles en el control de estas complicaciones postquirúrgicas.

 

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Fuente: Dentaid

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